A veces no es la falta de amor sino la falta de sincronía. Y es que el drama de la sociedad moderna es amarnos a destiempo. Muchos dirán que el amor es algo banal, fútil, sobrio y sin sentido. Hay otros, como yo, que creemos, que por el contrario, el amor, en cualquiera de sus versiones, es la fuerza que mueve el mundo.
Sin embargo, el amor no basta y más en una sociedad como la nuestra que a cualquier cosa suele llamarlo de ese modo, porque hay quien cree amar mucho, dedicando una canción de reggaetón. Es obvio que cada cual ama a su manera y no hay nadie- menos nosotros- que puedan enseñarlo.
Y es que el drama de la sociedad moderna es amarnos a destiempo.
De cualquier manera y entendiendo que el amor es es un sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno, hay ingredientes ineludibles: que sea compartido, que sea recíproco, que sea informado y sobre todo, que sea simultáneo.
Y es que hay parejas que se quieren bien, se respetan se desean, se dan sin egoísmos, no hacen nada que no quieren y menos, nada que no les guste que les hicieran, pero a veces no pueden o no entienden que lo importante es hacerlo en sincronía.
El amor no basta y menos en una sociedad como la nuestra que a cualquier cosa suele llamarlo de ese modo
Amarse a destiempo es un mar esperando al río para ser o una estrella que de día no deja de ser una nube pasajera. Cuando uno viene, el otro va y cuando el otro regresa, el otro está cogiendo camino. Uno va por la derecha y el otro por la izquierda, viajando casi en paralelo.Incluso cuando se dicen adiós, lo hacen a destiempo y por eso cuando uno se libera, el otro sufre y llora.Por eso, muchas veces se confunde con la rabia o la falta de interés, con el desamor o la ausencia de paciencia.
Tal vez, si gastáramos menos energía en cambiar a los demás y la invirtiéramos en sincronizar los tiempos que nos unen, la mitad de los problemas que tenemos en pareja encontrarían una forma de arreglarse…
