Maradona fue un zurdo que también jugó con la derecha. Y es que la verdad, las convicciones políticas de este genio de fútbol, se parecieron mucho al gol contra Inglaterra que lo inmortalizó en ese Mundial de México 86: Desde abajo, fue surcando su camino, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, recogiendo aplausos de lado y lado y así hasta el final.Igual que su vida.
Y es que Maradona fue una especie de Doctor Jeckyll y Mister Hyde, porque una cosa fue como jugador fantástico, incomparable e irremplazable y otra, sus adicciones, sus posiciones políticas, sus opiniones, sus actitudes misóginas, que lo llevaron de tumbo en tumbo.
Maradona fue un zurdo que jugo con la derecha
La historia dice que Maradona fue un tipo de izquierda. Error. Fue un rebelde, que no es lo mismo. La historia dice que su camino contra las distintas jerarquías empezó cuando repudió a la iglesia Católica al ver los lujos con los que vivía el Papa Juan Pablo II. Paradójicamente, años después, sus seguidores crearon la Iglesia Maradoniana.
El Diego ( como ahora lo llaman todos) fue amigo de Fidel Castro, al que incluso alcanzó a llamar como “ mi segundo padre”, una de esas frases efectistas que se dicen por decir, pero que en el fondo no es que signifiquen mucho. Se conocieron en 1987 y se cayeron bien, algo fácil de esperar de un líder carismático y una estrella en plena evolución. Y se sacaron jugo. Maradona incluso se tatuó una imagen de Fidel en su pierna izquierda y otra del Che en su brazo derecho, todo eso mientras se daba vida de burgués en Nápoles. De esa época existe la anécdota contada por su compinche de juerga y representante de esa época, Guillermo Coppola:” Uno de los dueños de la Ferrari para congraciarse con Diego, decidió regalarle un carro último modelo salido de la fábrica en Maranello. Obviamente el carro era rojo, los colores oficiales de la marca. Maradona no quiso aceptarlo hasta que no se lo pintaron de negro. El carro permaneció guardado en el garaje durante casi tres años”.
Maradona fue amigo de Fidel, de Chávez, de Menem, de los Kirchner, de Evo y admiró también a Putin
Posterior a su expulsión del mundial 94 por consumo de efedrina, Maradona se peleó con la FIFA, con Pelé, con Macri, con el Vaticano, con la Iglesia, con los Estados Unidos, por lo que era fácil prever que se volvieran a juntar con Castro. Luego y por rebote, conoció a Chávez, del que también dijo que era “ el más grande”. De esa época está su acercamiento con Carlos Menem, con Néstor Kirchner, con Evo Morales y también, con Telesur. Ideológicamente podían compartir algunas cosas, pero en el fondo todos se usaban mutuamente. Para ser un tipo de izquierda, Maradona se daba una vida de lujos y de excesos de un rey de ultraderecha. Juan Villoro los describe perfectamente: “El hombre que necesita jet privado para contradecir la historia oficial difícilmente puede ser calificado de izquierdista, y, sin embargo, en Diego hay una faceta rebelde, anárquica, que lo aparta de los divos y lo acerca a la fanaticada. El Pelusa es un guevarista tribal. Colóquenlo en un chalet de lujo y parecerá que está ahí de campamento”.
Luego de los años, Maradona vivió en Cuba cuatro años en uno de sus tantos procesos de desintoxicación. Dice el mito urbano, que con Fidel hablaban de política y deporte en la mañana, pero cerraban los ojos ante los excesos del otro por las noches.
Más allá de la ideología, lo que sí es cierto es que Maradona, nunca renegó de sus orígenes y su opción siempre estuvo cerca de los pobres, de los débiles, por lo que su calado popular se nota claramente en las lágrimas de los desposeídos argentinos, que hoy lo lloran sin consuelo. Otra cosa son sus inversiones hoteleras en Italia y Cuba, sus Rolls Royces, mansiones y sus inversiones en Argentina, Italia, Cuba y en Dubai…