A veces todo pasa. A veces sólo pasa. Y es que la vida suele ser más sencilla de lo que nos parece. Nos aferramos a las personas y a las cosas porque buscamos un alero protector que nos proteja de la lluvia que moja la existencia. Y así nos va.
Somos egoístas y por eso vivimos presos de la angustia y la falta de humildad. Queremos que todo gire en torno a nuestro ego y nos aferramos a la idea de que el mundo, el único que existe, es el que pasa por el frente de nosotros.
Creamos mundos ideales, con héroes de hojalata y laminilla, que solamente están en nuestros sueños y delirios. Si las personas no son como nos gustan, tomamos dos caminos: las odiamos sin remedio o les colgamos cualidades que no poseen, para que se acomoden a las necesidades que tenemos, algo así como aborrecerlos por lo que son y amarlos por lo que no. Ese, sin embargo, es un mundo imaginario y como borracho entrando de puntillas en la casa, nos damos contra las paredes, nos estrellamos con el gato y las patas de la cama. Y sufrimos, sufrimos mucho, porque nadie sufre más que un mentiroso que sabe la verdad.
A veces todo pasa. A veces solo pasa…
Tal vez, todo seria más fácil si amáramos a las personas por lo que son y como son y no como queremos que ellas sean, porque a la larga, todos somos seres contumaces, que es la forma bonita y delicada de decir que cada quien hace y es, lo que le venga en gana, sin importar lo que digan los demás, porque una cosa es estar roto y otra, descosido.
Idealizar a las personas no es una muestra de cariño. Por el contrario, encierra un toque de arrogancia e insolencia, de pequeños odios y de inquinas por no ser lo que soñamos, por no venir a lamernos las heridas o a llenar nuestros vacíos. Los otros son con sus errores y sus lamentos, con sus defectos y amarguras, sus risas y sus miedos, su bondad o su malparidez extrema y cambiarán cuando su conciencia así lo dicte. O se morirán así, creyendo que están en lo correcto. Por eso, si algún día decidimos amar a alguien o quererlo, o estimarlo o aguantarlo será ( debería ser) con su equipaje completico. Nadie, necesita que le pongan esencias que no tiene ni antifaces que no pide. Si acaso un poquito de cariño…