La pared

La vida es una pared. Todo lo que damos se nos devuelve tarde que temprano. Lo bueno y lo malo. Y es que todos tenemos una idea de la forma en que el universo se organiza. Unos creen en Dios, otros en el destino, otros en la energía y otros no creen en nada. Y así.

Como sea, yo personalmente creo que nadie ni nada, pasan sin alguna consecuencia. Por eso, defiendo las relaciones de pareja, los amores de la vida, las apuestas complicadas de quererse para siempre, sin importar lo difícil que parezca.

Y es que el amor es de valientes, de gente que se atreve a entregarse por completo, sin importar los rotos que se tengan. Y no nos inventemos cuentos infantiles de creer que estamos sanos y completos. Todos, todos, tenemos cicatrices y remiendos, abolladuras y deformaciones, rotos y entresijos que de alguna manera necesitan ser curados y cada quien lo hace a su manera.

El amor es de valientes, de gente que se atreve a entregarse por completo, sin importar los rotos que se tengan.

Terapeutas y amigos bien intencionados, curadores y metidos, sanadores y envidiosos, nos dicen y repiten con algo de razón, que el amor es racional, que lo que no sirve que no estorbe, que nadie espera a nadie y que no hay amores imposibles sino gente que no entiende.

Mi teoría es bien distinta. Si uno ama de verdad ( no esos amores tontos de ocasión, sino los amores de la vida) entrega todo. No es la obsesión, no es el apego, no es la intensidad ni la bobada. No es rogar ni arrastrarse por el piso. No es andar limosneando que nos quieran, pidiendo una borona.No.Es el amor, que siempre es decisión. Cuando dos personas se aman de verdad se merecen todo, lo soportan todo, lo ofrecen todo, lo esperan todo, como dicen en la biblia.

Si usted ama, no le de pena lo cursi. Ame, vibre, apele a la ternura.

Por eso, si usted ha encontrado a la persona de su vida, espabílese, despiértese, échese agüita en la cara y reaccione, porque esa oportunidad nunca volverá a pasar. Deje atrás el ego y la soberbia. No se quede con nada, intente todo, vuelva posible lo imposible, sea creativo. Ame, vibre, emociónese, apele a la ternura y a lo cursi del amor. Espere, bendiga, crea, agradezca, sueñe, diga, divague. Dedique canciones, escriba poemas, no le de pena mostrar sus sentimientos. No se espere hasta mañana creyendo que el tiempo cura las heridas. Hable lo que tenga que hablar, llore lo que tenga que llorar. Si le hicieron daño, perdone sin esperar siquiera que le digan, incluso pida perdón porque en alguna esquina algo le toca. Sea egoísta, porque lo que está en juego es su felicidad y mande pa´la mierda a esos consejeros de ocasión que le dicen que se olvide. Si el amor se le acabó, dígalo también, pero honre los momentos buenos que vivieron. No se evapore, porque el silencio destruye a quien se quiso.

Al mundo le sobra mucho amargado, mucho solitario sin remedio, mucho soberbio que prefirió el pedestal al polvo entre los pies. Si hay amor, algo bueno pasará. Incluso, si no es correspondido, usted quedará tranquilo al darlo todo. Podrá irse con su amor para otro lado, porque al final, la vida le dará su recompensa.

 

Elena Villalba

Me gusta el sexo oral y escrito. Bloguera especialista en la condición humana

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