Debo confesarlo con algo de vergüenza. Vivo rodeada de gente criticona. Yo misma, soy una de ellas. Me encanta juzgar a los demás, porque en el fondo de mi vanidad, creo que tengo siempre la razón y la verdad, no llego a cuerda.
A los otros, los acepto con todo y sus defectos, pero lo cierto es que los únicos errores que disculpo en forma fácil, son aquellos que yo induzco o aquellos en los que tal vez, yo hubiera actuado de la misma manera. Los otros tropezones y deslices, los que no me gustan, los juzgo con dureza. Soy como muchos otros, experta en “yoselodije” y en “yoseloadvertí”.
Vivo rodeada de gente criticona y yo misma soy una de ellas.
Somos tan duros con los otros como blanditos con nosotros. A los demás, los llenamos de adjetivos, de epítetos y calificaciones, como si la vida nos hubiera graduado de guardianes de las buenas costumbres y las buenas decisiones. Para nuestras actuaciones, en cambio, siempre tenemos una disculpa, una razón o en el mejor de los casos, un perdón genérico y tardío.
Yo me doy palo a cada rato por tener esa actitud, pero tampoco es que sea muy diferente a los demás ( lo que no es disculpa), porque en el fondo todos tenemos alma de sabiondos y pedantes, de ególatras y profetas, de predictores del pasado, de genios sabelotodo.
Somos tan duros con los otros como blanditos con nosotros
Criticar es una delicia y dar consejos, un placer, porque es un experimento en el que el laboratorio explota en la cara de otro. Aceptamos el libre albedrío de los otros siempre y cuando esté de acuerdo con lo que decimos y pensamos.
Seamos claros: un error no es más que un punto de vista, porque en condiciones normales, cuando tomamos una decisión, creemos que es lo mejor. Los que lo hacen a sabiendas que está mal, son enfermos, tontos o malvados, porque nadie, en pleno uso de razón, hace algo para clavarse. Hasta Jesucristo necesito ayuda para ser crucificado.
En fin, a la hora de criticar tal vez debamos pensar que somos pedacitos de otros o, que como dice Alberto Cortez en sus canciones, “ somos los demás de los demás”.