Aprendí a quererte a como todos los colombianos: pegados de tu éxito y tus triunfos y de esas piernas hermosas que te salen de los hombros y esa sonrisa que ilumina. No nos digamos mentiras, en esta sociedad clasista, racista, discriminatoria y misógina, de la que alguna manera también hago parte, sin tus premios y sin tus medallas, tal vez hubieras pasado desapercibida.
Desde tu aislado y olvidado Apartadó, construiste una carrera a la que no le cabe un triunfo más. Sin ayudas, sin patrocinio, sin estímulos económicos, te llenaste de trofeos y medallas. La última vez que te vi en televisión fue en Barranquilla en un partido de la selección Colombia. Sonriente y bella, como siempre.
Nadie entiende tu decisión. ¿Por qué putas te dejaste tentar por la política?
Por eso no puedo entender la decisión que hoy hiciste pública. ¿ Por qué putas te dejaste tentar por la política? ¿En qué estás pensando? ¿De verdad crees que en un Congreso desprestigiado, malmirado y despreciado vas a poder hacer algo? No tengas dudas: esas aguas putrefactas y podridas, terminarán por infectarte. Te perderán el respeto, te comerán los lobos, te dirán mi doctora, tendrás Unidad legislativa y guardaespaldas, te cogerán la nalga, te harán decir bobadas y te aburrirás eternamente. Te robarán el oro, la plata, el bronce y sobre todo, la dignidad. La primera semana serás la novedad, se tomarán fotos contigo y te harán la venia, pero luego serás una más y te llenarán de zancadillas y triquiñuelas, de celadas y de trampas. Al final, y yéndote bien, en cuatro años, saldrás con el rabo entre las piernas, manchada y deshonrada.
No hay la menor posibilidad de que eso salga bien. No es pesimismo, es exceso de pruebas
¿Qué necesidad tienes de tirar por la borda el amor que te tenemos? ¿por qué malgastar el prestigio y el buen nombre? No hay la menor posibilidad de que eso salga bien porque de esa leonera nadie se salva. Eso está probado y los ejemplos sobran.
Caterine, así en confianza: Aún es tiempo y echarse para atrás también se vale, porque es preferible el salto triple que los saltos al vacío.