Supongo que hoy me lo permito

¿Será que lo mío no es tristeza sino una alegría rara? Quisiera ser el grupo Niche, pero no pasó de Bukowsky : “Debo irme, no sé exactamente por qué. Estoy loco supongo. Adiós”.  Sé que no debo. Sé que no puedo. Sé que no quiero.

Supongo que hoy me lo permito. Que hoy se me permite…

Este sábado está raro. Desde ayer, sabía que iba a ser muy largo. Amanecí con un dolorcito en el corazón. No es mi estenosis, que se ha vuelto mi amiga. Es tristeza. Anoche Juanita volvió a Argentina. No tengo ganas de nada. Me siento sin fuerzas. Hay un sol triste. Escucho a Cabas. Tanto que te amo tanto”. Y entonces ¿para qué es que tiene uno hijos si no es para que se vayan algún día?

¿Será que lo mío es tristeza cotidiana o alegría rara?

Ya perdí la cuenta de cuántas despedidas, de cuántos adioses, de las veces que he llorado y de las que me faltan por llorar. No es fácil entender que cuando los hijos vuelan es una forma extraña que tiene la vida de decirnos que hemos hecho algo bien con ellos. Por ellos. Hoy leí un poema de Alejandra Pizarnik:  “La jaula se ha vuelto pájaro y se ha volado y mi corazón está loco porque aúlla a la muerte y sonríe detrás del viento a mis delirios. Qué haré con el miedo”…

Fue un mes feliz. Junto con Manuelita, salimos a comer, fuimos de compras, a teatro, a tomarnos un café, jugamos con Emilio. Peleamos y nos volvimos a abrazar. Como siempre. Aún recuerdo cuando de chiquitas las cuidaba, les contaba cuentos que inventaba, me dormía a su lado cuando la fiebre marcaba un poco alto o sentían algo de miedo. Hoy todo es distinto. Me cuidan, me levantan, me aman, aunque no me cuenten cuentos. No lo dicen, pero tienen miedo. Les preocupa mi salud. No pasa nada. Todo va a salir bien.

Mi vecino tiene la música a un volumen que invade toda la cuadra. Oigo “Mi hijo y yo” del Grupo Niche y muchas cosas cobran sentido: “Juntos, caminemos juntos, Otra oportunidad que me da la vida, saber que tú eres mi obra consentida”.

¿Para qué es que tiene uno hijos si no es para que se vayan algún día?

Tal vez sí es mejor Niche que Bukowski. Vuelvo a llorar. Le doy gracias a Dios por las mujeres en que se han convertido mis hijas. Han forjado su propio camino y son felices a su manera. Son mi orgullo y vuelan solas. Han sido luz en mis momentos más oscuros.

Ahora entiendo que sí, que lo mío es una alegría rara. Suena Fahther and son de Cat Stevens…

 

PD. Pienso en mi amiga Mónica a la que también se le va su hijo lejos a seguir creciendo

Mauricio Lievano

“Me gustan los juegos de palabras. En realidad más los juegos que las palabras”. Fundador de Atardescentes

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