Los inmoribles (II)

Fue un sábado – corto, tal vez – hace ya casi cuarenta años. Recién entrado a la universidad, más perdido que encontrado, la invitación a jugar fútbol resultó un bálsamo. Era una oportunidad única para lucirme con los que serían mis compañeros de vida durante los siguientes cinco años. No hubo necesidad, porque al fin […]