El dolor en los seres humanos merece respeto, paciencia, cuidado y sobre todo, tiempo. No admite juicios de valor, ni burla, ni desprecio, ni sarcasmo. Tratar de entender el dolor de los demás es un proyecto fracasado, porque siempre y de alguna forma terminamos por juzgar. ¿Y por qué llora?¿ Por qué sufre? No