Atardescente que haya pasado por una universidad pública o privada y no se haya dejado influenciar por la onda nuevatrovera que solía recorrerlas, podrá haber aprendido mucho, pero de seguro se perdió de los mejores años de la vida.
Y es que las canciones de la Nueva Trova, marcaron a muchos y les hicieron ver la vida de una forma diferente. Silvio y Pablo, así a secas, iluminaron con sus letras muchas jornadas de ocio pseudorevolucionario adobadas de polas, porros y mochilas .
Sin embargo y entre todas, fue “Yolanda”, la preferida, la de mostrar, la de dedicar, la de oír y repetir, la única capaz de hacernos rebobinar los cassettes girando sus dientes con un esfero “kilométrico”.
Atardescente universitario que no haya escuchado la Nueva Trova, podrá haber aprendido mucho, pero de seguro se perdió de los mejores años de la vida.
Y aunque en ese tiempo, poco nos importaba saberlo y no existía Google, “Yolanda” tiene su historia con nombre y apellido: “Yolanda” es Yolanda Benet, la primera esposa de Pablo Milanés, la madre de tres de sus hijas, Lynn, Liam y Suylén.
Yolanda nació en Cienfuegos y su espíritu indomable tuvo eco en el cine al que se dedicó desde muy joven. A Pablo lo conoció casi de carambola porque primero supo de sus canciones, que de sus sentimientos. Por esa época, Milanés hacia parte del cuarteto Los Bucaneros y era muy popular una canción que cantaban llamada “Estás lejos”.
Se conocieron en 1968, cuando ella trabajaba en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) Por esa época arrancaba con mucha fuerza el movimiento de la Nueva Trova cuyas cabezas visibles eran Pablo, Silvio y Noel Nicola, Los jóvenes cubanos atesoraban sus canciones en cassettes mal grabados, que sin embargo les llenaban la vida de amor y poesía. Yolanda estaba en la producción del documental “La primera carga al machete”,para la que Pablo hizo la música, a pesar de estar prestando el servicio militar.
Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y Noel Nicola fueron las cabezas visibles del movimiento de la Nueva Trova Cubana
Poco a poco se enamoraron y ella terminó por convertirse en la primera musa de sus canciones. Y así nació “Yolanda”, que ella escuchó desganada por primera vez mientras amamantaba a Lynn, aún sin reponerse de los dolores del parto. En una de las pocas entrevistas que ella ha concedido, dijo que en “Yolanda, él supo unir muchas cosas que teníamos en común, códigos, símbolos, y todo aquello que lo trasmitió a través de una canción aparentemente tan sencilla ”.
La canción, sin embargo, solamente fue grabada tiempo después y en los conciertos apenas se escuchaba, porque para Pablo era algo íntimo, que solo entendían ella y él. Luego, se convirtió en un himno y ya les dejó de pertenecer ,para convertirse en propiedad del mundo. Hoy, pueden contarse más de 120 versiones en diferentes ritmos.
Por eso y más, “Yolanda” hace parte del decálogo atardescente, porque más de uno construyó la vida a la sombra de sus versos.