Por muchos años, Colombia vivió una guerra interna que afectó a millones de personas. Ahora existe un tribunal especial que intenta hacer justicia de una manera diferente: no solo castigando, sino ayudando a sanar las heridas del pasado.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) es como un tribunal especial que se creó después del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC en 2016. No es un tribunal común y corriente: su objetivo no es solo meter a la cárcel a los culpables, sino ayudar a reparar el daño que causaron durante más de 50 años de conflicto. Busca:
– Contar la verdad de lo que pasó
– Pedir perdón a quienes lastimaron
– Trabajar para arreglar los daños que causaron
– Comprometerse a nunca volver a pelear
La JEP aplica algo llamado «justicia restaurativa», que es muy diferente a la justicia tradicional. Mientras que normalmente un juez se pregunta «¿qué ley se violó y qué castigo merece el culpable?», la justicia restaurativa se pregunta «¿quién resultó herido y cómo podemos ayudar a sanarlo?».
Justicia tradicional vs. Justicia restaurativa:
– Tradicional: Se enfoca en el castigo y la cárcel
– Restaurativa: Se enfoca en reparar el daño y reconstruir relaciones
Es como la diferencia entre castigar a alguien que rompió la ventana de un vecino mandándolo a su cuarto, versus hacer que pague la ventana, se disculpe y ayude al vecino con otros trabajos para recuperar su confianza.
La JEP tiene varias «salas» o grupos de trabajo, cada una con una función específica:
- Sala de Reconocimiento de Verdad: Aquí los responsables deben contar toda la verdad sobre lo que hicieron. Es como cuando tus papás te preguntan qué pasó realmente y tienes que ser completamente honesto.
- Tribunal para la Paz: Es donde se decide qué tipo de sanción recibirán los responsables. Pero aquí viene lo interesante: si la persona cuenta toda la verdad y reconoce su responsabilidad, no va a la cárcel tradicional.
- . Sala de Amnistía: Se encarga de perdonar legalmente a quienes cometieron delitos políticos menores, pero NO perdona crímenes graves como asesinatos o violaciones.
Una de las cosas más innovadoras de la JEP son las «sanciones propias». En lugar de enviar a prisión a quienes reconocen su responsabilidad y cuentan la verdad, los pone a trabajar en proyectos que beneficien a las comunidades afectadas:
– Desminado: Quitar minas terrestres de los campos para que la gente pueda vivir segura
– Construcción: Arreglar escuelas, centros de salud o carreteras dañadas
– Educación: Enseñar a leer y escribir en comunidades rurales
– Medio ambiente: Sembrar árboles y cuidar la naturaleza
– Agricultura: Ayudar a cambiar cultivos ilegales por cultivos legales
Hasta 2022, más de 13,000 personas se habían sometido a la JEP:
– 9,828 excombatientes de las FARC
– 3,429 miembros de la Fuerza Pública (policías y militares)
– 95 otros agentes del Estado
– 51 civiles
Caso de los «Falsos Positivos»: La JEP descubrió que algunos militares mataron a más de 6,000 civiles inocentes y los hicieron pasar por guerrilleros muertos en combate. Varios comandantes ya reconocieron su responsabilidad.
Caso de Secuestros: Investigó las políticas de secuestro de las FARC, que mantuvieron cautivas a miles de personas durante años.
Caso de Urabá: En esta región se identificaron nueve tipos de crímenes graves, incluyendo asesinatos, torturas y desplazamiento forzado.
La JEP enfrenta muchos obstáculos:
- Desconfianza de la gente: Muchos colombianos prefieren que los culpables vayan a la cárcel normal en lugar de hacer trabajos comunitarios. Es comprensible: después de tantos años de dolor, es difícil aceptar que no haya castigos «duros».
- Violencia continua Aunque se firmó la paz con las FARC, otros grupos armados siguen operando y amenazando a víctimas y testigos.
- Ataques políticos: Algunos políticos han intentado debilitar la JEP, cuestionando a sus magistrados o tratando de cambiar sus reglas.
- Recursos limitados: Colombia no tiene suficiente dinero para reparar económicamente a todas las víctimas.
La JEP solo puede funcionar por máximo 20 años (hasta 2037). Su éxito dependerá de que logre:
– Que se conozca toda la verdad sobre lo que pasó
– Que las víctimas sientan que se hizo justicia
– Que los responsables realmente cambien y contribuyan a la paz
– Que la sociedad colombiana acepte este nuevo modelo de justicia
La JEP nos enseña que hacer justicia no siempre significa venganza. A veces, la verdadera justicia consiste en sanar heridas, reconstruir confianza y trabajar juntos para que los errores del pasado no se repitan.