De tangos, boleros y misoginias

En mi casa, mis viejos llenaban todos los rincones con tangos y boleros por lo que mi oído musical se educó en medio de Gardel, Manzanero y Javier Solís.

Hoy poco se escucha porque a las generaciones posteriores nos gustaron otros ritmos  y también- hay que decirlo- porque en estos tiempos de me too y nuevos feminismos, muchas de las letras que enamoraron a nuestros viejos, hoy no resistirían un examen de buena conducta.

 

Los tangos y los boleros hoy no pasarían el examen de corrección política

«Cosas como tú, son para quererlas interpretada por Johnny Albino y el Trío San Juan, no parece  ser apta para cantarla a la mujer que se ama sino para cosificarla. La misma “ Mía” de  Armando Manzanero sería hoy escandalosa:  “Mía, aunque tú vayas por otro camino, y que jamás nos ayude el destino, nunca te olvides, sigues siendo mía”.  ¿Dónde la compró? ¿Quién se la vendió? ¿Es usted el dueño? Y qué decir de Leo Marini al cantar Señora Bonita : “mire que ironía, / yo amándola tanto/ y usted tiene dueño«. Gardel tampoco se salva. En “Tomo y obligo” canta  «Y hoy al verla envilecida y a otros brazos entregada/ fue pa mí una puñalada y de celos me cegué/ y le juro todavía no consigo convencerme/ cómo puede contenerme y ahí nomás no la maté”. Una verdadera apología al feminicidio, al igual que “Arráncame la vida” de Agustín Lara:  “Arráncame la vida,con el último beso de amor. Arráncala.  Toma mi corazón”. ¿Quién la cantó,  Jeffrey Dahmer? ¿El asesino retratado en la serie de Netflix, también conocido como el “Carnicero de Milwaukee”? Ni mi bien amado Joaquín Sabina sale bien librado: “Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren”.

 

 Ni Gardel, ni Manzanero ni Sabina se salvan…

 

Y qué decir del rock, de la salsa, del  pop y las baladas. Todos de alguna manera nos han cosificado, nos han ultrajado, nos han mancillado, nos han convertido en objetos del deseo de los hombres y los machos, por lo que hablar de Rap y reggaetón  como los instigadores de  ese burdo manoseo, parece una verdad incompleta.

Como ya lo he dicho, soy una especie de feminista pop, que cree que las mujeres merecemos nuestro propio espacio, que nadie nos regala nada, que sabemos lo que queremos y podemos sin que nadie nos lo diga. Ni en boleros ni en un tango.

 

Ecléctica y bizarra. Codirectora y bloguera

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