En un país donde las cicatrices del conflicto armado y las desigualdades sociales se entrelazan como hilos de una tela rota, hay un grupo que parece desvanecerse entre las sombras: las mujeres mayores de 50 años. No es que no existan, es que las hemos dejado de mirar. Pero la violencia de género no las olvida; al contrario, las encuentra en silencio, en sus casas, en sus barrios, y las golpea con una crudeza que las cifras apenas logran contar.
Si algo nos han enseñado los últimos años, es que la violencia de género en Colombia no discrimina por edad, pero sí se ensaña de formas distintas. Según el Instituto Nacional de Salud (INS), en su reporte del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) actualizado al 8 de junio de 2024, se registraron 66.621 casos de violencia de género en el país. De estos, el 75.6% (50.374) fueron mujeres. Y aquí viene el dato que nos interesa: el 44.5% de esas mujeres tenían entre 29 y 59 años. Aunque no se desglosa específicamente el rango de mayores de 50 en este corte, si tomamos como base estudios previos y cruzamos con el informe de la Defensoría del Pueblo de octubre de 2024, podemos inferir que al menos un 15-20% de estas víctimas superan los 50 años. Eso nos deja con una estimación conservadora de entre 7.500 y 10.000 mujeres mayores de 50 violentadas en lo que va del año pasado.
La Defensoría del Pueblo, en su informe entregado el 9 de diciembre de 2024, nos sacude con otra cifra: 745 feminicidios entre enero y octubre de 2024, la más alta en su historia. De esos, un porcentaje significativo —aunque no detallado por edad en el reporte— corresponde a mujeres adultas mayores, según expertos que han analizado tendencias en años anteriores. El Observatorio Feminicidios Colombia, una ONG que lleva la cuenta como si fuera un diario de luto, reportó 511 feminicidios en 2023, y estima que en 2024 la cifra superó los 700. Si aplicamos el patrón de distribución por edad (donde las mayores de 50 suelen representar entre el 10% y el 15% de los casos, según estudios de ONU Mujeres), estaríamos hablando de al menos 70-100 feminicidios de mujeres en este grupo etario solo en 2024.Cada una de esas cifras es una vida, una abuela, una madre, una tía que ya no está.
Violencia silenciosa: más allá del golpe físico
Pero la violencia no siempre mata de un zarpazo. A veces es un veneno lento, como la psicológica o la económica, que en mujeres mayores de 50 se camufla en la dependencia, el abandono o el miedo a denunciar. El INS reporta que, de los casos de violencia contra mujeres en 2024, 13.973 fueron violencia sexual, 5.594 psicológica y 5.569 negligencia o abandono. En las mayores de 50, la violencia psicológica y el abandono son especialmente crueles. Muchas han pasado décadas bajo el yugo de parejas abusivas, y ahora, con menos fuerza física o recursos económicos, se quedan atrapadas. Un estudio de ONU Mujeres de 2024 señala que las mujeres desplazadas en Colombia —muchas de ellas mayores de 50— enfrentan un 40% más de riesgo de violencia de pareja que las no desplazadas. Y en un país con más de 8 millones de desplazados, según el Registro Único de Víctimas, adivina quiénes cargan el peso invisible.
Las mayores de 50 no solo enfrentan el machismo de siempre, sino que lo viven cruzado con el edadismo. La sociedad las ve como «terminadas», sin valor productivo, y eso las hace más vulnerables. En zonas rurales, donde el acceso a la justicia es un sueño lejano, la violencia intrafamiliar se dispara. Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca lideran las estadísticas de casos (14.427, 7.670 y 2.969 respectivamente, según el INS), pero en el campo, donde muchas mujeres mayores de 50 pasan sus días, el subregistro es brutal. No denuncian porque no saben cómo, porque no tienen a quién, o porque temen que las saquen de sus casas, que es lo único que les queda.
Las mujeres mayores de 50 no son números, son historias, son fuerza, son las que nos criaron. Pero también son las que están muriendo en silencio, las que cargan violencias que no vemos porque no queremos verlas. Necesitamos datos específicos sobre ellas, políticas que las incluyan, y una sociedad que deje de normalizar el abuso. Porque si algo nos dicen las cifras de 2024 y 2025, es que la violencia de género no se cansa, y menos con ellas. El gobierno gritó emergencia por la violencia de género en 2023 y creó el Ministerio de la Igualdad, pero las mujeres mayores de 50 siguen fuera del foco. La Defensoría atendió 8.719 casos en 2023, un salto del 92.4% respecto a 2022, y en 2024 la cifra creció, pero ¿cuántas eran mayores de 50? No lo sabemos, porque no las cuentan aparte. Las líneas de atención, las casas de refugio, las campañas, todo parece diseñado para las jóvenes. Ellas, las mujeres mayores de 50 quedan atrás.
Fuentes: Instituto Nacional de Salud (Sivigila, 2024), Defensoría del Pueblo (2024), Observatorio Feminicidios Colombia (2023-2024), ONU Mujeres (2024).