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Toda mi vida caminé hacia el lado de los otros, tal vez por las razones que no eran, para que no se fueran, para que siempre se quedaran, para que no me abandonaran, para que no me descuidaran.   Para encajar y ser amado, para recoger las boronas de cariño que caían de la mesa. Fui a por ellos sin esperar que ellos vinieran. En esa búsqueda incesante del otro, me perdí en los pliegues del tiempo, como si cada paso fuera una página que se escribe mientras se desvanece, y yo, lector tardío de mi propia existencia y descubriera que había estado leyendo una historia que no era la mía.

Hoy he emprendido el camino de regreso, porque tal vez es la única forma de avanzar. Volver a casa, retornar, retorcer lo caminado que no es más que volver a mí para encontrar lo que he buscado siempre afuera. Perderme fue el comienzo del camino. Afortunado yo que me estrellé contra el planeta para que la vida hoy me pida a gritos hacerme cargo de todo aquello que me toca, de asumir lo que soy y lo que no, para que de pronto al final de esa calle pedregosa pueda encontrar la paz que ando buscando.

Hay algo profundamente absurdo en esta condición humana de buscar sentido donde tal vez no lo hay, de construir significados sobre el vacío, de insistir en la coherencia cuando todo se desmorona. Y, sin embargo, en esa misma búsqueda desesperada reside la única dignidad posible: la de seguir buscando aun sabiendo que quizás no encontraré nada.

Reconocer paisajes, recuperar personas, hallar el sentido de las cosas, quitarme la venda para poder ver lo que no vi, que no es más que verme en mí, que mirarme mucho más allá de los espejos. Y no es fácil porque da más miedo una mirada interior que una endoscopia. Sesenta años haciéndolo de una forma para darme cuenta, en plena atardescencia, que el camino es a la inversa. No es tan sencillo como dar un giro en U, porque al devolverme también tendré que recorrer algún lugar oscuro, para entenderlo, para asumirlo, para iluminarlo y poder seguir viviendo. Cada recuerdo que recupero se transforma al recordar, como si el pasado fuera un libro cuyas páginas se reescribieran cada vez que las leo. El tiempo no es una línea recta sino un laberinto de espejos enfrentados, donde cada imagen refleja no lo que fue, sino lo que creo que fue, lo que necesito que haya sido.

Debo salvarme yo de mi yo mismo. Soltar toda una vida agarrada del pasado, haciendo pispirispis de futuro y dejando escapar entre las manos el regalo presente de mis días. Es lo único que tengo, pero es también lo más difícil de habitar. He vivido como náufrago del tiempo, aferrado a los restos de lo que fue o a las quimeras de lo que será, incapaz de flotar simplemente en el ahora. Soltar tanta mierda que he cargado.

Debo – quiero- vivir el día a día, no pensar en el mañana y soltar los miedos y las angustias del ayer. Vivir al tope, dando todo. Que cuando me acueste me duelan los brazos de tanto amar (me), las piernas de tanto caminar(me), la cara de tanto sonreír(me) o los ojos, de tanto llorar(me). Hacer(me) el amor todos los días y hacer(te) en el amor en cada madrugada. Todo hoy. Muriendo(me) de noche y naciendo(me) todas las mañanas. Que nada me afecte. Que todo me importe.

Todo camino de regreso me lleva a un lugar distinto. Tal vez porque ya no es. Tal vez porque ya no soy. Sin embargo, como dice Rayuela, «nada está perdido si tenemos el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo…»

Se me acaba el tiempo. No es fácil. Debo hacerlo solo. Un ermitaño que tal vez pida de vez en cuando un domicilio. Es la única forma. Si me ven en la calle distraído o desatento, o callado y pensativo, taciturno y silencioso, no piensen que estoy al borde del colapso. Tal vez estoy habitando ese tiempo suspendido con la incertidumbre que la las preguntas importantes quizá ya no tengan las respuestas y que mi silencio sea la única forma honesta de hablar y, caminar sin rumbo, sea la única manera de llegar a algún lugar. Tal vez, estoy pensando, tal vez voy tan solo caminando. O tal vez estoy sanando, así me quede poco tiempo…

 

 

 

 

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