Hace más de una hora llueve. Los carros pitan. La gente corre. Las motos silban. Todo se inunda. Hace frío. Como un hermoso deja vu, recuerdo cuando salía con Manuela a patear charcos. Era una época feliz. No me queda más remedio que caminar bajo la lluvia. Las baldosas salpicadoras hacen lo suyo. ¡Puta madre!.