La prediabetes es un poco como los juegos previos antes del amor. Imagínate un atardecer en las calles de Bogotá, Medellín o Cali: el sol se despide, las sombras se alargan y todo parece en calma. Pero hay algo que no ves, un murmullo que no escuchas: la prediabetes acecha en silencio, especialmente entre quienes