Ella me escuchó como si no hubiera nadie más en el planeta. Tenía esa forma de mirar que no interrumpe, que no pesa, que apenas roza. Le dije que en las tardes de lluvia me buscaba a mí mismo. O a mi sombra. O a nadie. No sé. Nos vimos en una cafetería pequeña con
Hace dos años me iba a morir. Y no. Hace seis meses me quise morir. Y tampoco. Y hoy estoy aquí sentado tomándome un café con mi conmigo. La semana pasada descubrieron una fuga de agua en un tubo interno de mi apartamento y para arreglarlo han tenido que tumbar muros y paredes. Y yo,[…..]
Tal vez en otra vida fui tormenta. O un simple reguero de truenos. Y tal vez por eso mismo no encuentro paz, ni sosiego, ni calma. Me he escarbado solo. Ha dolido, ha dolido terriblemente.Todo sigue siendo confusión, una luz sin túnel, un hueco negro, un tobogán de emociones, aunque tal vez ese sea el[…..]
En estos seis meses he aprendido más de la vida que en toda mi existencia. Tal vez me tocó llegar al borde, caminar por la cornisa, el caos, la oscuridad, la cuerda floja en el trapecio para abrir los ojos y sanar el corazón. Y tengo miedo, claro. Claro que tengo miedo, pero no ese[…..]
Hasta que un día lo entendí. Me pasé la vida entera creyendo que los demás tenían la obligación de entenderme, de alcanzar a percibir todo lo que yo hacía o decía, incluso de estar de acuerdo, como si la ilusión de ser comprendido fuera un derecho inalienable. Y no. Mi ego, mi arrogancia, mi soberbia[…..]
El sobre sigue en mi bolsillo, pero es el cuaderno lo que ahora me ancla. Lo sostengo en mis manos, sentado en el suelo de su apartamento, rodeado del silencio que ella dejó. El escritorio está intacto, los informes perfectamente alineados, pero este cuaderno, con sus tapas gastadas y su olor a papel viejo, es[…..]
Te extraño, pero eso no tiene nada de extraño. Debe ser esa crema de manos que dejaste olvidada en la caja de remedios que me traje y que ayer, arriesgando mi cordura, destape, esparciendo tu recuerdo. Ni siquiera sé a qué huele, pero sé que huele a ti. El dolor no se borra, no es[…..]
El reloj marcaba las 4:44, un instante suspendido en la penumbra de la tarde. Ella lo miró con una calma resignada, como si el tiempo fuera un viajero que ya no la esperaba. Una sonrisa frágil, casi rota, cruzó su rostro. Fue su madre, en un pasado que ahora parecía un sueño desvaído, quien le[…..]
Es un pueblo triste, de esos donde nada pasa afuera, pero todo pasa adentro, donde los inviernos son simples gotas de agua que golpean contra el suelo, pero las goteras de las casas son discusiones y peleas, gritos y trifulcas porque las vasijas ya no alcanzan. A lo lejos, el farol del muelle brilla, una[…..]
El olor salobre golpeaba con fuerza las paredes del viejo faro apremiado por la amenaza de derrumbe. Luego de la muerte del farero anciano, todo cayó en ruinas, como si la historia también hubiera decidido convertirse en polvo de escombro. ¿Qué es el tiempo sino un triturador ciego que reduce todo a cenizas sin preguntar?[…..]