Si algo nos enseñó el COVID-19 es que el tiempo es un señor caprichoso: corre como liebre cuando estás encerrado mirando el techo, pero se arrastra como tortuga cuando intentas olvidar. Aquí estamos, en abril de 2025, y el bicho sigue dando vueltas, aunque ya no como el monstruo de tres cabezas que nos tuvo
El Padrino es como Pelé, es como los Beatles, es como García Márquez. Difícil encontrar algo mejor.Hay películas que no se ven, se sienten. Se cuelan por los poros como el aroma de un café recién hecho en la cocina de la abuela, o como el sonido de un tocadiscos que rasguña el vinilo con[…..]