A esta hora, cuando la ciudad bosteza bajo un cielo anaranjado y los semáforos parpadean como si tuvieran alma, la salsa suena. Suena en las ventanas entreabiertas del barrio obrero, en los parlantes del taxi que huele a gasolina y esperanza, en la memoria afectiva de un continente que aprendió a sudar, amar y resistir
En medio de caos bogotano de las seis de la tarde, los conductores o los pasajeros de un Transmilenio atestado buscan algún tipo de refugio.Una voz cálida les cuenta la historia de un crimen sin resolver en Medellín o tal vez Diana Uribe los lleva de paseo por la Revolución Francesa, mientras el semáforo sigue[…..]
Mauricio Liévano Quimbay acaba de lanzar «Tener la razón, no locura», una novela que te agarra de las solapas y no te suelta. Es un clavado sin tanque de oxígeno a la cabeza de un tipo que está hasta el cuello, lidiando con la depresión, buscando qué carajos hacer con su vida y, a ratos,[…..]