Hay algo profundamente perturbador en la risa. No en la carcajada idiota del borracho ni en la risita nerviosa de quien no sabe qué decir, sino en esa risa genuina que brota cuando algo hace clic en la cabeza, cuando la realidad revela su absurdo fundamental y uno no puede más que soltar el aire
Hay una ley en Colombia que la gente conoce poco y que, cuando la entiende de verdad, le genera una mezcla rara entre pánico y fascinación. Es la Ley 1805 de 2016, y básicamente dice esto: cuando te mueras, el Estado asume que vas a donar tus órganos. Todos. A menos que hayas dicho explícitamente[…..]





