Del eneagrama al eneatipo

En este mundo tan convulso y complicado, tan complejo y peliagudo, todos andamos en busca de respuestas que nos calmen y sosieguen.

El que quiere creer,cree en lo que se le da la gana porque hay ideas para todos: religiones y doctrinas, ciencia y dogmatismo, ideologías y corrientes, pseudociencias y carretas, verdades a medias y medias verdades, nueva era y testamentos, sentido común y  posturas creativas.

Una de todas ellas, según quien la mire, es el eneagrama. Su origen exacto es difícil de rastrear, pero se cree que sus elementos básicos fueron sintetizados por el filósofo sudamericano Oscar Ichazo a mediados del siglo XX, aunque hay registros, que el místico armenio-griego George Ivanovich Gurdjieff fue el primer autor en manejar esta herramienta.

El eneagrama es un método de autoconocimiento que se ha utilizado en diversas culturas desde hace más de 6.000 años. En la antigua Persia, los maestros sufíes lo desarrollaron como guía para el crecimiento personal y espiritual. La filosofía detrás del eneagrama contiene componentes del judaísmo místico, cristianismo, Islam, Taoísmo, Budismo y la filosofía griega antigua.

El eneagrama se basa en la idea de que cada persona desarrolla una de las nueve estrategias de personalidad predominantes en la edad adulta. Cada eneatipo tiene características, motivaciones, miedos y patrones de comportamiento específicos. Desde la perspectiva del Eneagrama, cada ser humano es único y diferente, pero todos nacemos a partir de una energía común, materializada mediante nueve cualidades o virtudes inherentes a nuestra naturaleza: serenidad, humildad, autenticidad, ecuanimidad, desapego, coraje, sobriedad, inocencia y proactividad. Aunque estos nueve rasgos innatos forman parte de nuestra condición humana, uno de ellos es el que determina -en mayor o menor medida-nuestra verdadera esencia.

Los 9 tipos de personalidad del eneagrama son:

Tipo 1: el que quiere ser perfecto

Es una persona idealista y de sólidos principios. Se consideran personas éticas, concienzudas y saben apreciar la diferencia entre el bien y el mal. Aunque siempre intentan hacer el bien, tienen mucho miedo a cometer errores.

Tipo 2: El ayudador-el que necesita amor

Este tipo de personalidad se caracteriza por ser agradable y afectuoso. Asimismo, antepone muchas veces las necesidades de los demás a las suyas propias. Son muy empáticas, sinceras y cálidas. Por contraposición, pueden buscar siempre la aprobación de los demás y tienen la necesidad imperante de sentirse amadas, protegidas e importantes en la vida de sus seres queridos. Sin embargo, también se sirven de la manipulación para obtener los resultados deseados.

Tipo 3: El triunfador-el que necesita valoración

El triunfador suele ser seguro de sí mismo, atractivo y encantador. Seguramente vivió una infancia basada en las recompensas recibidas por cada uno de sus logros, por eso en la edad adulta puede reprimir sus emociones para centrar su atención en adquirir estatus y poder que le garantizará el amor.

Tipo 4: el Individualista- el que necesita  atención

Suelen no identificarse con los demás y se sienten diferentes. Suelen tener una vena creativa profunda y una sensibilidad muy particular. Es una persona romántica, reservada y callada, pero necesita sentir calor afectivo, compartir su estado de ánimo y sentirse querido y escuchado.

Tipo 5:El que teme expresar sus sentimientos

Se consideran personas reservadas, celosas de su intimidad y les gusta observar más que participar. Son personas que les cuesta expresar sus emociones y suelen mantener una actitud fría, por eso pueden parecer distantes.

Tipo 6: el Leal- el que teme tomar decisiones

El 6 “fóbico”,  que cuando se dan cuenta del peligro, se esconden. Pueden ser demasiado cautelosos, dóciles o ambivalentes para evitar potenciar el ataque. Pueden ser encantadores, modestos y sumisos.Por contraposición, los 6 “contrafóbicos” si se dan cuenta del peligro lo afrontan de manera agresiva, antes que el peligro los supere, incluso pueden provocar el peligro.  Pueden parecer duros, desafiantes y pendencieros.

Tipo 7: el Entusiasta- el que teme sufrir

Es una persona optimista por naturaleza, pues para él la vida es una fiesta continua. Busca constantemente el placer, la aventura y el hedonismo. Posee una mente ágil y una imaginación privilegiada.Le cuesta afrontar el dolor y intenta evadirse de los problemas dolorosos que le puedan provocar tristeza. Evita el aburrimiento manteniendo altos niveles de excitación, realizando muchas actividades y dejando demasiadas opciones a medias.

Tipo 8: el Desafiador- el que quiere tener el control

Los justicieros, poderosos y dominantes. Confían plenamente en sí mismos, tienen una personalidad fuerte y tienden a ser orgullosos y dominantes. Tienen la necesidad de querer controlarlo todo y se consideran a si mismos personas justicieras que deben defender a los más débiles y luchar contra las injusticias.

Tipo 9: el Pacificador- el que quiere evitar el conflicto

Son consideradas pacíficas y mediadoras. Rehúsan de los conflictos ya que son personas de naturaleza buena, fáciles y apoyadores. Pecan de estar demasiado dispuestos a seguir la corriente a los demás para conseguir la paz. Tienden a ser complacientes y a minimizar todo aquello que atrae un conflicto.

En resumen, hay ideas y teorías para todos y el que quiera creer, que crea.

 

Mauricio Lievano

“Me gustan los juegos de palabras. En realidad más los juegos que las palabras”. Fundador de Atardescentes

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