En Colombia, lo que se hereda no se hurta, siempre y cuando no haya un abogado de por medio y por eso, el delito ( y el privilegio) de sangre sí existe y funciona para arriba y para abajo. No nos echemos cuentos, ni nos llamemos a engaños. En nuestro país, ser hijo de
Poco nos gusta aceptarlo pero somos clasistas, racistas y arribistas. Me incluyo. Acá todo lo que huela, tenga color, volumen, acento y haga ruido, nos fastidia. Nos encanta burlarnos de los otros, de sus tristezas, de sus miserias, que no son más que perspectivas de lo que queremos ver. Pero además, somos cobardes y tapados,[…..]