Nada puede ser más deprimente que un par de bogotanos intentando bailar champeta y no porque no puedan, sino porque en esencia es un ritmo con raíces de otro continente, cuyos antepasados con seguridad no hubieran resistido el frío cundiboyacense. La champeta tiene olor a Mar Caribe y deriva su nombre de los llamados «Champetúos»
Los tiempos de un salón con 40 niños o más donde la llamada a lista se hacia interminable, parecen haber quedado atrás. Cada día más las instituciones educativas propenden por grupos más pequeños, para poder atender de manera casi personalizada, el aprendizaje de cada niño. Sin embargo, una variante a esta tendencia es lo que[…..]
De la infancia se quedaron pocas cosas: Muchos pedíamos ser Pelé en los partidos de banquitas, el olor a pomarrosa cada vez que la mamá llegaba del mercado y el gritos estentóreos de un señor que semanalmente pasaba por el frente de la casa: ¡Se arreglan planchas, licuadoras y la de presión!. Por alguna razón[…..]
Ganarse el Baloto, conquistar una viuda rica o heredar una fortuna son cosas que pasan poco. Por eso la primera tarea de un emprendedor es pasar el sombrero, convencer a alguien de los beneficios de su invento o de su obra, padecer noches y días, perder la fe, recobrarla, perseverar hasta que el corazón bondadoso[…..]