El lugar y la memoria

Todos somos pedacitos de otros, una mezcla extraña, que no por mescolanza deja de ser autónoma, independiente, soberana y libre para fracasar o ser feliz.   No somos puros, somos producto de la fertilidad de alguien más, bien por vía de los genes o bien por el aprendizaje de las mañas y posturas de eso

No eres tú, soy yo

Siempre es uno. O así debería serlo, porque las decisiones nos pertenecen, son nuestras. Asumirlo, nos soluciona la mitad de nuestros problemas, porque nos reconocemos como autónomos, como libres, como soberanos de nuestra propia existencia.   Cuando reconocemos nuestro albedrío, es decir, nuestra propia libertad, fruto de la reflexión y la elección constante, nos quitamos[…..]