Esta semana cumplo 61 años y creo haber sido un tipo muy feliz, pero al que se le notan mucho las tristezas. Nací en una familia clase media en la que nunca sobró nada, pero tampoco faltó mucho. Fui el menor de siete hermanos por lo que mi niñez y mi adolescencia prácticamente las viví
Cincuenta y tres años es mucho tiempo. Eso nos llevábamos mi papá y yo. Nunca fuimos muy cercanos. Por delante de mí había seis. Ni jugábamos ni hablábamos. A duras penas sabíamos quién era el otro y nos dábamos un abrazo seco en los cumpleaños. Sin embargo, hasta hace muy poco, muy poquito en realidad,[…..]
De mi papá me separaban los años, los cariños y la forma de ver el mundo. Sin embargo, con el paso de la vida, entendí que me enseñó uno de las cosas que más admiro: el valor de la palabra. Bajito, callado, prudente, era como un motel de pueblo chiquito; de una sola pieza. Lo[…..]