En el bus de las seis de la mañana, mientras la ciudad despierta entre bocinazos y prisas, se puede observar un fenómeno que trasciende lo cotidiano: la esperanza en su forma más pura. Ahí está la señora que abraza su bolso, el ejecutivo que revisa obsesivamente su celular, la estudiante que repasa apuntes con determinación
Uno solamente debe estar donde es querido. Mendigar amor, cariño, respeto o dignidad, no funciona en ninguno de los casos. Y así para todo. La familia es de esas construcciones sociales privilegiadas, en las que siempre será bueno tener buenas relaciones. Sin embargo, no es obligatorio, porque por más que nos parezcamos, no somos[…..]
El perdón es como el sexo: hay que darlo, hay que pedirlo y hay que auto proporcionárselo. A partir del perdón, de la posibilidad de coexistir, de convivir con puntos de vista diferentes a los propios, es que las sociedades se construyen. Para pedir perdón hay que bajarse de ese pedestal de humo que[…..]






