El poder de los relatos

Chimamanda Ngozi Adichie y Yuval Noah Harari nos revelan cómo las historias definen tanto nuestra percepción del mundo como el curso de la humanidad. En la intersección entre la literatura y la antropología histórica emerge una reflexión fundamental sobre el poder transformador de las narrativas. Mientras Chimamanda Ngozi Adichie advierte sobre «el peligro de una

El abuelo que no tuve

Nunca conocí a ninguno de mis abuelos y tal vez mi vida sería otra, pero hoy, observando cómo la Inteligencia Artificial se entreteje con nuestra existencia, pienso en ellos con una nostalgia que abraza lo que nunca pasó. Imagino un viejito que sabe muchas cosas, al que le puedo preguntar de todo y nada y[…..]

IA, la danza de las máquinas pensantes

En el principio, hubo un sueño: que las máquinas pensaran como humanos. No era solo un capricho de ingenieros, sino una chispa filosófica que ardía en las mentes de visionarios. La inteligencia artificial (IA), esa criatura esquiva que hoy permea nuestras vidas como el aire, nació en los años 50, cuando Alan Turing se preguntó[…..]

El hilo de mi cometa

Leer es un refugio, un bálsamo. En un mundo acostumbrado al soliloquio y la recitación, donde decimos lo que pensamos pero no lo que sentimos, poner atención a lo que otros hablan e imaginan, sienten y padecen, toleran y resisten, anhelan o ambicionan, resulta un caso raro. En un sentido amplio, leer lo que otros[…..]

Los nuevos masculinos

No cabe la menor duda que durante siglos fuimos una sociedad patriarcal. Noah Harari hablaba en su libro “De animales a Dioses” de la imaginación compartida que establecen las diferentes sociedades para convencer a muchos extraños para cooperar entre sí. Y así lo han hecho los partidos políticos, los movimientos ideológicos y los cultos religiosos.[…..]

La comida y la vida

  El fútbol, está bien. El sexo, una maravilla, pero de lejos, los mejores recuerdos de mi vida son aquellos que se han dado en torno a la comida. Soy un bendecido porque nunca me he acostado sin comer. En mi casa paterna, no sobraban muchas cosas, pero siempre hubo lo suficiente para alimentar a[…..]