Elefantes en un carro de dos puertas

Poco nos gusta aceptarlo pero somos clasistas, racistas y arribistas. Me incluyo. Acá todo lo que huela, tenga color, volumen, acento  y haga ruido, nos fastidia. Nos  encanta burlarnos de los otros, de sus tristezas, de sus miserias, que no son más que perspectivas de lo que queremos ver. Pero además, somos  cobardes y tapados,

Las pequeñas cosas

Las sociedades se definen en las pequeñas cosas. El año nuevo me sorprendió por fuera de Colombia. Un día cualquiera, un vecino de la casa de mi hermana, sacó a la calle ciertas cosas en buen estado, pero que para él eran inservibles. Entre esas cosas estaba una pelota de basquetbol, casi nueva. Al otro[…..]

La ciudad de las cosas

Desde hace algunos días, estoy en la ciudad de las cosas intentando llenarme de cosas que no son cosas, una ciudad que no perdona, pero tampoco obliga, que respeta los horarios y respeta a las personas.   Luego de caminar por el fuego varias veces, hoy me siento acogido como familia por mi propia familia,[…..]

Manifiesto atardescente

Cuando todo está perdido, no hay nada que perder. Son esos momentos, muy de atardescentes, donde todo lo que venga se recibe como un milagro. Y no es pesimismo, ese borde en la ventana donde siempre termino siendo colocado por lo que digo, lo que escribo o lo que hago. No. Tampoco es que ahora[…..]

Sálvese quien pueda…

Escribir contra Duque es muy fácil, prácticamente se hace solo, aunque el problema es que se desactualiza muy pronto, porque no pasa un día en que no suceda algo y una embarrada tape la siguiente. Que juegue veintiuna o que toque guitarra es lo de menos. Al fin y al cabo, hemos tenido presidentes borrachos,[…..]

Por si te gusta Galeano

Manolo que es un niño sabio, le dijo en su lenguaje ingenuo: “No estés triste, tal vez ella solo quería tu libro de Galeano, como yo cuando le llevaba manzanitas rojas a esa niña, con la esperanza de que me regalara su libro de aventuras. Al final ella se aburrió de mis manzanas y a[…..]

O todo lo contrario

Hacer las cosas bien no garantiza nada. Hacerlas mal, tampoco, aunque tal vez nos regale  una euforia efímera y un odio perenne de los otros. Además, la delgada línea que separa una cosa de la  otra, bordea sutil entre la sabiduría y la bobada. Muchos morimos engañados creyendo haber actuado  de la manera correcta, siguiendo[…..]

Las arandelas

Todo seria más fácil si la vida viniera con un folleto de instrucciones. Algo así como una cartilla paso a paso, que nos dijera qué tornillo va con cada tuerca y que nos enseñara cómo hacer casar el lado A con el lado B. Sin embargo, eso nunca pasa y en el mejor de los[…..]