Arribistas y olvidados

Los atardescentes, los vintagenarios, los madurescentes, somos una especie de clase media, con todas sus características: arribistas, aspiracionales, confundidos y olvidados. La generación vintagenaria, situada en la franja que araña los 45 y los 60, vivimos en una especie de marasmo, que a veces confundimos con la baba, porque no hemos aprendido a reconocer lo

Un amante en cuarentena

Creo que tal vez no existo, que soy tan solo una idea, aspirando a ser concepto. Por eso, ni me pasa, ni lo aliento, ni lo padezco y si así pasara, lo diría. Tampoco tengo el virus, ni ninguna enfermedad irreparable por lo que no me siento impedida para hablar del tema, ya que cada[…..]

Nos quedan los orgasmos

Por norma, miro con recelo a  las personas que estornudan para dentro, porque es un acto en minúscula, microscópico, casi en las puntas de los  pies.  La señoras  y los niños bien de sociedad, los que ven a las personas de arriba para abajo, hacen del estornudo un acto privado, discreto y prudente, negando de[…..]

La nariz del gato

Los miedos son una especie de huella digital, como la nariz de un gato. Cada cual tiene los suyos, que lo diferencian de todos los demás. Juzgar el miedo de los otros es como criticar un pequeño lunar en medio de los dedos de los pies. Es tan personal, tan nuestro, tan único y tan[…..]

Nudistas

Son tiempos oscuros, lo sé. Y por eso, resulta de alguna manera saludable ese afán positivo que recorre nuestros días. En las redes, en las tiendas, en las filas de los bancos y hasta en la congestión de Transmilenio, se respira una aspiración válida y respetable  de gritarle al mundo que se está bien, que[…..]

Darnos tiempo

Darnos tiempo, sin cambiar nada, es tan solo un adiós disfrazado de disculpa, Darnos tiempo intercambiando insultos y herejías no es más que prolongar una agonía.   Darnos tiempo sin mirarnos el alma, sin escarbar el corazón agranda  aún más las grietas que tenemos. Darnos tiempo para volver a hacer lo mismo no es más[…..]

Dios

Creo en ti, todo poderoso, porque  en el fondo de mi corazón creo que lo puedes todo pero a mí siempre me toca hacer la fila. Y me aguanto.   Creaste el cielo y la tierra, pero estoy segura que andas triste porque la polución ya no deja casi ver ni lo uno ni lo[…..]

Juntar caminos

Si hay una situación difícil para la generación atardescente es encontrar la forma de  unir historias, de comenzar de nuevo con otra pareja o con nuevos socios o con nuevos proyectos.   No hay duda que a esta altura de la existencia, todos hemos tenido una vida. Lo bueno, lo malo, o lo feo es[…..]

Elefantes en un carro de dos puertas

Poco nos gusta aceptarlo pero somos clasistas, racistas y arribistas. Me incluyo. Acá todo lo que huela, tenga color, volumen, acento  y haga ruido, nos fastidia. Nos  encanta burlarnos de los otros, de sus tristezas, de sus miserias, que no son más que perspectivas de lo que queremos ver. Pero además, somos  cobardes y tapados,[…..]

Las pequeñas cosas

Las sociedades se definen en las pequeñas cosas. El año nuevo me sorprendió por fuera de Colombia. Un día cualquiera, un vecino de la casa de mi hermana, sacó a la calle ciertas cosas en buen estado, pero que para él eran inservibles. Entre esas cosas estaba una pelota de basquetbol, casi nueva. Al otro[…..]