En la era digital, hemos desarrollado una capacidad extraordinaria para hacer desaparecer a las personas de nuestras vidas. Con un simple clic, podemos bloquear, silenciar o cancelar a alguien, borrándolo de nuestra realidad digital y, en muchos casos, social. Este fenómeno, que se manifiesta en formas como la cultura de la cancelación, el ghosting y
Hay quienes creen que las cosas se acaban cuando se acaban. Yo digo que depende. Así como no se acaba el hambre porque yo lo piense o las guerras porque yo lo quiera, las relaciones afectivas no se acaban porque yo simplemente un día tome una decisión. Creo firmemente que las relaciones humanas de cualquier[…..]
En la travesía de la vida, las relaciones humanas se entrelazan como hilos en un tapiz, creando patrones únicos y significativos. Cada encuentro, cada vínculo, es una oportunidad para explorar nuestra propia humanidad y crecer en conjunto. La capacidad de conectar profundamente con otro ser humano requiere valentía y autenticidad. Es en la vulnerabilidad donde[…..]
En estos seis meses he aprendido más de la vida que en toda mi existencia. Tal vez me tocó llegar al borde, caminar por la cornisa, el caos, la oscuridad, la cuerda floja en el trapecio para abrir los ojos y sanar el corazón. Y tengo miedo, claro. Claro que tengo miedo, pero no ese[…..]
Hasta que un día lo entendí. Me pasé la vida entera creyendo que los demás tenían la obligación de entenderme, de alcanzar a percibir todo lo que yo hacía o decía, incluso de estar de acuerdo, como si la ilusión de ser comprendido fuera un derecho inalienable. Y no. Mi ego, mi arrogancia, mi soberbia[…..]
La gran tragedia de los seres humanos es intentar tener siempre la razón, porque no es lo mismo la convicción que la obsesión. Nos hacemos a la idea que estamos en lo cierto y cerramos la posibilidad de ver otras respuestas, otras miradas. Tercos, testarudos, tozudos y obstinados, creemos tener el argumento suficiente para entender[…..]
En una sociedad falocéntrica como la nuestra, vivimos más pendientes de con quién nos vamos a acostar que con quién nos vamos a levantar. Aunque somos pacatos y tapados, a los hombres y mujeres, a los blancos y los negros, a los pobres y los ricos, a los adolescentes y también a los atardescentes, nos[…..]
Los grandes dolores nacen de la tendencia que tenemos todos los humanos de crear expectativas con respecto a las personas, a la vida, al futuro. Nos olvidamos de pequeños detalles que nos conducen a los daños y a los padecimientos: el libre albedrío de los demás ( que básicamente consiste en la posibilidad de hacer[…..]
El dolor en los seres humanos merece respeto, paciencia, cuidado y sobre todo, tiempo. No admite juicios de valor, ni burla, ni desprecio, ni sarcasmo. Tratar de entender el dolor de los demás es un proyecto fracasado, porque siempre y de alguna forma terminamos por juzgar. ¿Y por qué llora?¿ Por qué sufre? No[…..]












