Imagina un cielo nocturno, con estrellas que susurran secretos antiguos, unidas por hilos invisibles que solo el corazón percibe. Ahora piensa que no son astros, sino tu historia, tu familia, tus raíces. Eso son las constelaciones familiares, un método que, como un atardecer, invita a contemplar, sentir y sanar. Las constelaciones familiares son un método
La vida es una pared. Todo lo que damos se nos devuelve tarde que temprano. Lo bueno y lo malo. Y es que todos tenemos una idea de la forma en que el universo se organiza. Unos creen en Dios, otros en el destino, otros en la energía y otros no creen en nada. Y[…..]
El fútbol, está bien. El sexo, una maravilla, pero de lejos, los mejores recuerdos de mi vida son aquellos que se han dado en torno a la comida. Soy un bendecido porque nunca me he acostado sin comer. En mi casa paterna, no sobraban muchas cosas, pero siempre hubo lo suficiente para alimentar a[…..]
Uno solamente debe estar donde es querido. Mendigar amor, cariño, respeto o dignidad, no funciona en ninguno de los casos. Y así para todo. La familia es de esas construcciones sociales privilegiadas, en las que siempre será bueno tener buenas relaciones. Sin embargo, no es obligatorio, porque por más que nos parezcamos, no somos[…..]
Acá hemos hablado muchas veces de esas relaciones complicadas en las que nadie cree, ni siquiera, sus protagonistas. También hemos hablado del dolor de una ruptura, porque como dice Sabina, “no hay una historia que tenga un final feliz. Si es amor, no tendrá final y si lo tiene, no será feliz”. Sin embargo,[…..]
La cosa es más sencilla de lo que parece. Se trata de saber que eres tú todos los días, cada día, por lo que eres y no por lo que yo quiero que seas. Por tus virtudes, por supuesto, pero también con tus defectos, que no son más que puntos de vista diferentes a los[…..]
A veces no basta el amor, porque eso de que el amor todo lo perdona, todo lo soporta, no tiene envidia, no se envanece, no se irrita, no deja de ser una utopía cristiana expresada en el libro de Corintios. Que es ideal, claro. Que es lo deseable, por supuesto. Que es sano, obvio. Sin[…..]
Nos hemos llenado de frases cortas, de atajos semánticos, de trochas ortográficas porque nos da miedo hablar y tener que hilar tres ideas consecutivas. Nos cuesta decir lo que sentimos, lo que pensamos, lo que queremos, porque más que conversar le apostamos a la telepatía y a la suposición. Polvos rapiditos, respuestas monosilábicas, caricias de[…..]