El viaje

La felicidad no es un puerto, sino una manera de viajar. Sin embargo estamos tan absortos, tan enfrascados en los resultados, que nos olvidamos de   gozarnos los procesos. Somos una sociedad resultadista obsesionada por la consecuencia o el efecto, que perdemos de vista la deliciosa experiencia de ver como crece día a día lo que

La abscisa y la ordenada

La abscisa y la ordenada son los puntos donde nacen dos rectas que se cruzan. O por lo menos eso decía mi profesor de geometría, al que poco le entendí. Y es que el amor se les parece. Dos personas con orígenes diferentes, con formas de ver la vida desigual, que un día se cruzan[…..]

Lo tántrico

Tú tan allá. Yo tan acá. Tan lejos y tan cerca. Me haces falta, me hace falta tu cuerpo, me hacen falta tus caricias, tus besos, tus gritos, tus gemidos, tus silencios y tu risa. Como nos serviría saber de sexo tántrico, porque amarte a la distancia termina siendo una agonía.   Pocas veces hemos[…..]

El bolerista equivocado

No puede haber tanto bolerista equivocado, porque a pesar de los estigmas, el amor todo lo salva, todo lo sana, todo lo cura. Todo locura.   En tiempos de odio, de rabia, de egos, de tirrias y arrebatos, necesitamos algo que nos tire un salvavidas para poder seguir viviendo. No es fácil porque nos hemos[…..]

La pared

La vida es una pared. Todo lo que damos se nos devuelve tarde que temprano. Lo bueno y lo malo. Y es que todos tenemos una idea de la forma en que el universo se organiza. Unos creen en Dios, otros en el destino, otros en la energía y otros no creen en nada. Y[…..]

Amor y atardescencia

La cosa es más sencilla de lo que parece. Se trata de saber que eres tú todos los días, cada día, por lo que eres y no por lo que yo quiero que seas. Por tus virtudes, por supuesto, pero también con tus defectos, que no son más que puntos de vista diferentes a los[…..]

La migaja y la borona

Rogar por amor nunca sale bien. Ni para uno, ni para el otro. Y es que el amor es un ejercicio compartido, una democracia, si se quiere, a la que accedemos porque nos da la puta gana. No porque nadie nos lo imponga – ni siquiera los hijos cuando haya- ni la sociedad, ni la[…..]

Entre el amor y el humor

Entre el amor y el humor, escojo sin duda el sexo, porque un buen polvo me hace reír y me enamora. Sé bien que muchos se escandalizan cuando una mujer habla de sexo, pero la verdad, hace rato dejó de importarme. Y no es que yo vaya por la vida buscando a quien follarme. Por[…..]

Tus cosas y las mías

El amor atardescente suele ser un poco más complejo que los otros. A diferencia de las parejas que inician su recorrido desde ceros, los vintagenarios llegan, la mayoría de las veces con sus cosas y sus taras. Y así se van juntando, pero al fin y al cabo las cosas no son tan solo cosas[…..]